EL PROTOCOLO DEL SABER VESTIR

Author Archive

Jueves

26

marzo 2015

0

COMENTARIOS

La boda de Ana y Alfonso

Escrito por , Publicado en Eventos de protocolo

Conocimos a Ana Calvo, la novia, en la pasarela nupcial de BodaBook. PROTOCOLO era la única masculina que desfilaba y Ana, periodista especializada en moda y en bodas, cubría el evento para una conocida publicación, además de quedarse con ideas porque ¡preparaba su boda!

 Le invitamos a la tienda de Madrid (ahora en la calle Núñez de Balboa, 58). Conocimos a Alfonso, el novio, y se probó varios smokings, porque el dress code de su boda vestía a los hombres con este traje de etiqueta.

 Ana estrena esta sección del blog de bodas PROTOCOLO. En primera persona, nos cuenta cómo fue su gran día. ¡Mil gracias, Ana y Alfonso, por dejarnos formar parte de ese día tan especial!

¡ENHORABUENA!

<——————->

 

“Cuando a los seis meses de conocer a Alfonso, me pidió que me casara con él la noche de mi cumpleaños, tenía dos opciones: salir corriendo en dirección contraria, o darle un beso acompañado de un ‘sí, quiero’. ¡Claro que quería! Así que mi opción, obviamente, fue la dos.

No tenía nada que pensar. Solo un año y medio por delante de preparativos. Aunque, como dicen mis amigas (no sin falta de razón) nosotros siempre dejamos todo para el último momento, y cuando de verdad nos ‘pusimos las pilas’ fueron los tres últimos meses. Así que novios que leéis esto: no os agobieis y disfrutad, que la época de preparativos es preciosa y muy divertida. Pero sigamos con nuestra boda…

Alfonso y yo nos casamos en la Ermita de Los Remedios, en Colmenar Viejo (Madrid), el pasado 21 de junio. En mi familia siempre hemos sido de la Hermandad de esa Virgen, y para mí tenía un significado muy especial, aunque fue él quien decidió que la ceremonia fuera allí la primera vez que le llevé. La Ermita está en un enclave precioso, en medio de un pinar, con la Sierra de Madrid y la presa de Manzanares el Real como telón de fondo.

Nunca olvidaré la sensación de entrar a la iglesia agarrando muy fuerte el brazo de mi padre, después de abrazar a mi madre (ella entraba antes, claro), y ver a Alfonso esperándome en el altar. Creo que si tuviera que elegir un momento mágico, sería ése. Su cara, los nervios que se le notaban en los ojos (aunque él lo niegue siempre), lo guapísimo que estaba con su esmoquin clásico negro de PROTOCOLO, ese ‘algo’ que le dijo a su madre (¡la mejor suegra del mundo mundial!) mientras me acercaba… y ese último beso de soltera que me dio cuando llegué a su lado.

La ceremonia estuvo cargada de emoción. El ‘sí, quiero’ fue el más sincero que nadie puede dar, porque los dos sabíamos que significaba para siempre. Al salir, casi 300 personas nos esperaban para seguir celebrando el día más importante de nuestras vidas. Todos y cada uno de ellos eran co-protagonistas de nuestra película de amor. Sí, todo estaba ambientado en el cine… ¡y salió, creo, de cine!

Tras una maravillosa sesión de fotos en el pinar de la Ermita a cargo de Alejandra Ortiz (su socia, Ana Encabo, no podia hacernos las fotos porque era una de mis testigos de boda…) y Fotocracia, nos reunimos con los invitados en un ambiente muy ‘rustic chic’ también: la Finca Los Enganches, que gestionaba el Catering de La Chalota.

Y ahí es donde empezaban las sorpresas. Si algo teníamos claro Alfonso y yo es que queríamos que cada uno de los invitados se sintiera especial. Como decía, todo estaba ambientado en el cine, así que cada mesa correspondía a una película de Audrey Hepburn (mis invitados) o de James Bond (los de Alfon), y habíamos modificado los carteles originales de la película cambiando los nombres de los protagonistas por los de NUESTROS protagonistas. Los meseros eran antiguas carcasas de VHS con esos carteles y escondían un secreto: dentro, cada invitado tenía una tarjeta escrita a mano con un mensaje. ¡No os imagináis lo que lloramos de emoción durante los días que los preparamos!

Además, en vez de dar los típicos regalos de boda, hicimos una donación a la Asociación Española Contra el Cáncer y entregamos como testigo a cada invitado una pulsera de la AECC (los que me conocen saben lo que significaba esto para mí).

Pero no solo nosotros soprendimos, las lágrimas de emoción iban en las dos direcciones. Cómo no emocionarnos al ver cómo dos amigos (gracias, Mi War y Pablito) nos leían unas cartas preciosas, o cómo mi ‘hermana postiza’ me entregaba un álbum de fotos con toda nuestra vida en imágenes, o cómo nuestros amigos se habían reunido para grabarnos un vídeo tan divertido como emotivo. Nuestros padres eran los cómplices en todo, y sin duda, los mejores ejemplos que tanto Alfonso como yo podemos tener en todos los aspectos.

 

Después de muchas sorpresas, y de cenar estupendamente, llegaba el baile. Salimos al jardín, y bajo un cenador de cristal que decoramos con luces como si de una antigua verbena se tratara, lo abrimos con ‘Have you ever loved a woman’, BSO de ‘Don Juan de Marco’. Nunca olvidaré cómo no podíamos dejar de mirarnos. Esos ojos que tiene… Y de los ‘te quiero’ susurrados al oído. Cuando terminó, sonó ‘Lucía’, la canción que bailaría con mis padres (somos así, los tres juntos siempre), y volví a llorar de emoción.

El grupo de uno de nuestros amigos dio un concierto para nosotros que terminó convirtiéndose en un karaoke muy divertido. Y la fiesta se prolongó hasta que vimos amanecer a las 7 de la mañana. ¡Qué bien nos lo pasamos todos! Porque sí, los novios también disfrutan, cantan, bailan y toman copas en su boda.

Si me preguntan qué cambiaría de aquel 21 de junio, lo tengo claro: absolutamente nada. Fue perfecto. Sin más. Y volvería a decir ‘sí, quiero’ a Alfonso mil millones de veces más.

Por cierto, mi vestido era el modelo Yanguas de Pronovias Atelier (del que me enamoré en el desfile de la firma en la Semana de la Moda Nupcial de Nueva York), y lo combiné con zapatos joya a medida de Jorge Larrañaga, un ramo de girasoles de la floristería donde mis padres siempre compran las flores, un precioso tocado de estilo ‘vintage’ de Cucullia y la magia de mi estilista, Sandro Nonna“.

 

Todas las imágenes son de Alejandra Ortiz y Fotocracia.

 

Martes

17

marzo 2015

0

COMENTARIOS

CÓMO DEBE VESTIR EL PADRINO EN LA BODA

Escrito por , Publicado en Prenda a prenda, Protocolo te asesora

En la boda, el padrino es el encargado de llevar a la novia al altar, donde esperan el novio y la madrina. Es un momento muy especial y emotivo, por lo que habitualmente el padrino es el padre de la novia.

PROTOCOLO PADRINO NOVIA

El padrino ‘entregará’ a la novia al novio. En la imagen, novia de Carmen Halffter.

A la hora de vestir, el padrino debe seguir el dress code marcado por el novio. Es decir, si el novio decide vestir de chaqué, el padrino deberá llevar este mismo traje u optar por uno de media etiqueta: americana oscura y pantalón gris rayado, como el del clásico chaqué. Si el novio fuese de traje, el padrino entonces no podrá llevar chaqué.

ocho_apellidos_vascos_boda_

Si el novio lleva un traje, el padrino no debe vestir con chaqué, como en la imagen de la comedia ‘Ocho apellidos vascos’

Como los padrinos suelen tener gustos más clásicos, tradicionalmente optan por los complementos del traje/ chaqué en gris perla, un tono muy elegante sobrio y atemporal. Pero su catálogo a la hora de escoger es prácticamente tan amplio como el de los novios.

Como cada temporada (¡y ya van 24!) la firma PROTOCOLO diseña una colección propia exclusiva para padrinos.

Chaqués de PROTOCOLO 2015 con novia de Carmen HalffterTRAJE DONATELLO para padrino y modelo CLEO INFANTL de  PROTOCOLO

A la entrada a la ceremonia, la novia cogerá del izquierdo al padrino. Delante del altar, la novia se colocará a la izquierda del novio. Una tradición que también se traslada a las bodas civiles. Antiguamente, el caballero necesitaba desenvainar con soltura y seguridad su espada (situada en el costado izquierdo), para defender a su futura esposa en caso de ataque. De ahí su colocación.

FOTO BODA STEFAN Y GLORIA PROTOCOLO

La novia se sitúa a la izquierda del novio, como en la boda de Stefan y Gloria. FOTO: Manuel Orero.

Con PROTOCOLO, saber vestir, elegancia y protocolo.

 

 

 

Jueves

5

marzo 2015

10

COMENTARIOS

CORBATA, CORBANDA Y PAJARITA

Escrito por , Publicado en Prenda a prenda

El hombre cada vez demanda más moda. Para el día de su boda, es obligatorio que vista el cuello de su camisa (en ceremonia es habitual el cuello italiano) con alguno de estos complementos: corbata, corbanda o pajarita. La oferta es muy variada.

 

COMPLEMENTOS PROTOCOLO

 

¿CÓMO Y CUÁNDO VESTIR CADA COMPLEMENTO?

  1. La CORBATA, imprescindible en el ropero de cualquier caballero. El origen de este complemento masculino se remonta al siglo XVII, cuando Luis XIII reclutó para su ejército a soldados croatas y estos llevaban un pañuelo estrecho anudado al cuello. De hecho, la palabra corbata se cree que deriva de Croacia. Normalmente están confeccionadas en seda, un tejido noble. Y se pueden anudar de diferentes maneras, adecuándolas al cuello de camisa utilizado y al tipo de traje que se lleve en cada ocasión: nudo simple, doble o Windsor.En ceremonia, se debe llevar con camisa de cuello italiano, de doble puño para gemelos y cubre tapeta, que oculta los botones.Con chaqué, siempre se llevará corbata.
    CHAQUÉ LORETO AZUL DE PROTOCOLO

    Chaqué Loreto en azul tinta, con corbata con estampado de fantasía modelo Cherin.

    La clásica en ceremonia es la gris perla. Pero quedan igual de elegantes los modelos de fantasía. Esta temporada, se llevan con estampados florales en todos pastel, con topos, con microdibujos o pequeños paramecios.

     

    corbatas PROTOCOLO logo nuevo

  2. La CORBANDA, el complemento que distingue a los novios. Es una derivación, una evolución de la corbata. Mitad corbarta, mitad banda, porque sus palas son más anchas y ligeras, sin forma predeterminada. El diseño de la corbanda es propio de la firma PROTOCOLO. Es especial para novios, porque les diferencia del resto de invitados, sobre todo de los testigos, que suelen ser de su edad y deben seguir su dress code.Se llevará siempre con chaleco. Se anuda como una corbata con nudo simple. Como peculiaridad, cada nudo siempre queda diferente. Jamás existen dos nudos de corbandas iguales.

    Traje Milano, de la firma PROTOCOLO.

    Traje Milano, de la firma PROTOCOLO, combinado con la corbanda de topos modelo Bas.


  3. La PAJARITA (o moño), el toque de distinción. Aporta un toque de distinción y originalidad, a pesar de que su uso es menos habitual que el de la corbata en bodas. Se cree que su origen es el mismo que el de la corbata, es decir, proviene de los soldados croatas.Complementa a un smoking, a pesar de ser un traje de etiqueta para eventos de noche, es tendencia en moda nupcial. Siempre debe ir acompañada de un fajín o, como última tendencia, de un chaleco.

    Cómo no son fáciles de anudar, se venden también ya hechas. Para que siempre estén perfectas.

    PAJARITAS PROTOCOLO

    Pajaritas o moños de colección.

 

Con PROTOCOLO, siempre elegancia, saber vestir y protocolo.